lunes, 3 de septiembre de 2012

Reflexiones de un Militante

Todos somos historia

Los que tenemos más edad recordamos los tiempos de Billiken, en que la historia nos llegaba tamizada y prolija, los protagonistas cumplían un rol perfecto e invariable. Todos nuestros próceres se asemejaban a los superhéroes, su lugar en la historia parecía determinado por los dioses del Olimpo. Muchos carecían de mujeres, las que los revisionistas desenterraron removiendo el polvo del olvido, y hasta aparecieron algunos hijos entre las hojas de los libros.
   Los que nos precedieron en la historia, eran hombres y  mujeres de carne y hueso, con sus virtudes y defectos, los cuales de una u otra forma, crearon las condiciones que hicieron que hoy tengamos el país que tenemos, en constante construcción.
   Los términos y teorías tienen la impronta de los autores, los que se identifican con distintos intereses, la mayoría de las veces económicos. Es por eso que la información que recibimos, está cargada de subjetividades que es preciso, a través de los talleres de discusión establecer en lo posible la realidad de los hechos.
   La ciencia a la que se denomina historia, comienza desde la invención de la escritura, lo ocurrido con anterioridad, se deonomina prehistoria.
   La historia denomina a los hechos de Mayo, como “revolución”,cuando en realidad, el término es discutible, porque en el diccionario de la Real Academia, dice que: Revolución es el cambio, o transformación radical y profunda, con respecto al pasado inmediato.
   El periodo entre 1819 desde la caída del diccionario, hasta 1823, se denomina anarquía. Anarquía es una palabra que proviene del griego y significa “sin soberano”, o sin gobierno, cuando en realidad, cada una de las provincias de las que formaban el ex virreinato del Río de la Plata, poseía sus autoridades, y algunas hasta que llegaron a acuñar su propia moneda. En la Provincia de Buenos Aires el término anarquía se limita solamente a 1820. Esta comprobado que los hechos históricos, más allá d elos avances tecnológicos, se repiten, por lo que es menester de analizar cada uno de ellos, para no caer en las mismas consecuencias.
   Los protagonistas que nos precedieron, fueron algunos mejores que otros, buenos reconocidos y malos que cuyos apellidos ostentan como homenaje, calles plazas y avenidas. Lo importante es ser cada uno de nosotros protagonista en mayor o menos medida de esta historia que hoy se está escribiendo, porque la historia nunca se termina de escribir.

Juan Carlos Domínguez (El Chamaco)

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